EQUIPOS DE ALTO DESEMPEÑO
INTRODUCCION
Los paradigmas tradicionales de gestión sostenían que el objetivo principal de la alta dirección era mantener el orden, la estabilidad y el statu quo de su organización, para que los cambios planificados, en gran medida predecibles, lograran alcanzar los resultados esperados. No obstante, el mundo y las empresas de hoy se mueven a la velocidad de internet y la gestión debe hacerse en medio de la incertidumbre y los constantes cambios.
En este contexto los equipos de trabajo deben desarrollar nuevas competencias, la mayoría de las cuales tienen que ver con el pensar sistémico y la forma como interactúan sus miembros entre sí, con otros equipos de la organización y con otros grupos de relación.
Si cada uno de los integrantes de un equipo tiene habilidades, formas de pensar y modos de actuar diferentes, el principal desafío para lograr sinergias y coordinar acciones de forma efectiva, tiene que ver con el desarrollo de un conjunto de competencias, que no son técnicas, sino relacionales. Estas les permitirá acordar una visión o un propósito común, ponerse de acuerdo en las diferencias, comprometerse, colaborar, resolver los quiebres de confianza, entre otras acciones propias de equipos que saben agregar valor con lo que hacen.
Crear los cimientos básicos para construir equipos de alto desempeño que agreguen valor a la estrategia de la organización, cuyos miembros confíen entre sí, en un contexto emocional de colaboración y compromiso por los resultados declarados.