LECCIÓN 4. GESTIÓN DE LOS ESTADOS DE ÁNIMO

 

 

 

LECCIÓN 4
GESTIÓN DE LOS ESTADOS DE ÁNIMO 

 

 

En las lecciones anteriores te diste cuenta de la diferencia entre emociones y estados de animo: Las emociones son especificas y pasajeras mientras los estados de ánimo son mas generales y tienen mayor duración en el tiempo. Sin embargo unos y otros se influencian mutuamente. De este modo el estado de ánimo en el que te encuentras la mayor parte del tiempo no solo tiene que ver con tu emocionalidad. Tambien describe tu predisposición hacia el mundo, hacia los otros y, en especial, hacia el futuro. (En el reto del M5 Tema 1 Lección 2, te sugerimos revisar los ejemplos que alli se incluyen).

 

Los estados anímicos son fenómenos biológicos, históricos y lingüísticos. Es decir, podemos asociar un estado de ánimo con cierta disposición corporal y con cierta narrativa. Las personas con un estado de ánimo de resentimiento frente a situaciones pasadas o de resignación frente a las circunstancias actuales, oscurecen de una u otra manera el horizonte de posibilidades que ven. Si por el contrario su estado emocional es de paz, aceptación y agradecimiento respecto a los hechos pasados y de entusiasmo o pasión por lo que se quiere lograr, se clarifica el horizonte de posibilidades.

 

¿Cómo surgen los estados de ánimo?

 

Cuando una emoción no desemboca en la acción y se queda en pensamientos negativos, entras en un círculo vicioso que finalmente termina en un estado de ánimo que bloquea cualquier cosa que quieras hacer. Por el contrario, cuando gestionas las emociones de forma conveniente, aparecen estados de ánimo positivos como, por ejemplo, el entusiasmo, la pasión, la paz, el agradecimiento… que te llevan a comprometerte con la acción.   

 

Los estados de ánimo negativos más frecuentes son los asociados con las emociones básicas, como ya se dijo en el primer tema de este módulo. Recuerda que la tristeza puede llevar a la depresión, el miedo a la ansiedad, el enfado al resentimiento y la alegría a la manía. Así mismo la culpa puede llevar al remordimiento obsesivo y la vergüenza a sentimientos de inferioridad.

 

El estado emocional en el que te encuentras condiciona lo que observas o lo que escuchas. Esto pasa porque los estados de ánimo actúan como lentes a través de los cuales interpretas lo que observas. Como ya sabes tales interpretaciones están cargadas de juicios automáticos que distorsionan la realidad y te hacen pensar que las cosas son como las observas. Algunas de estas distorsiones cognitivas, que favorecen que una emoción se convierta en un estado de ánimo, se muestran en la siguiente presentación.

 

 

Si haces conscientes tus formas preferidas de distorsionar lo que observas y escuchas, podrás generar un dialogo interno productivo, para elegir la acción mas conveniente y conseguir mayor bienestar emocional, comportamientos más saludables y mejores resultados.

A continuación te invitamos a autoobservarte en los principales dominios de tu vida en relación con los estados emocionales en los que habitas con mayor frecuencia. Cuando realices la actividad, acciona el boton de  enviar.