LECCIÓN 3. ¿QUE ES INTELIGENCIA EMOCIONAL?

 

 

LECCIÓN 3

¿QUÉ ES INTELIGENCIA EMOCIONAL?

 

 

En las lecciones anteriores lograste hacer la distinción  entre emoción y estado de ánimo, y comprender de que manera estos nos predisponen a la acción. En esta lección vas a reflexionar sobre algunas definiciones sobre inteligencia emocional y como las emociones no son en sí mismas ni positivas ni negativas, son más bien, como antes se dijo, la más poderosa fuente de energía intuitiva. Lo que resulta ser negativo es el bloqueo de su energía o su explosión como en el caso de la rabia. 

 

A continuación se presentan algunas definiciones sobre inteligencia emocional:

 

 

 

¿QUÉ NO ES INTELIGENCIA EMOCIONAL?

 

Daniel Goleman, el investigador que llevó el concepto de inteligencia emocional al mundo organizacional, ha encontrado dos equivocaciones generalizadas sobre este concepto:

 

El primer error: se confunde inteligencia emocional con ser simpático, agradable o suave. Se cree que la manera de tratar las emociones es reprimiéndolas (implosión). Cuántas veces por agradar a otros o ser visto como simpático no confrontamos de manera asertiva para decir una verdad que el otro, probablemente, no desea escuchar. 

 

El segundo error: se cree que ser inteligente emocionalmente es dar rienda suelta a los sentimientos (explosión) o ser sincero. Sin embargo, la sinceridad sin empatia puede ser cruel y egoista. 

 

Por lo tanto, ni explotar ni reprimir la emoción es sano. En su lugar hay que sentirla, comprender su mensaje, autorregularla y expresarla cuando sea necesario y conveniente.

 

¿Por qué seguimos siendo inmaduros emocionalmente?

 

Esto pasa porque hemos sido educados en una ceguera emocional. Nos enseñaron a pensar, pero no a sentir. Aprendimos a explotar o a reprimir las emociones y a colocar la razón por encima de la emoción, y ello ha hecho que no nos conectemos con nosotros mismos. Entonces, si yo no sé lo que siento, es muy difícil ser empático con otros. 

 

Las emociones y los sentimientos son los indicadores de lo que marcha bien o no en nuestra vida. En el paradigma de la gestión actual es común escuchar la siguiente frase: “sólo lo que se puede medir se puede gestionar”, y se olvidan del otro lado de la moneda: “solo lo que se puede sentir se puede gestionar”. Si no te permites sentir lo que pasa en tu interior cuando, por ejemplo, te enojas, te entristeces, tienes miedo, estas confuso, entre otras emociones, con frecuencia seguirás teniendo las mismas experiencias que dices querer cambiar. Cuando te desconectas de tus emociones y sentimientos, es probable que tengas dificultad para pedir ayuda, declarar que no sabes, no aceptar la responsabilidad por algo, entre otros factores que tienen un impacto directo en la calidad de tu gestión y de tu vida. 

 

EL CEREBRO TRIUNO

 

De acuerdo con Paul MacLean, el creador de la teoría del cerebro triuno, el ser humano está dotado con tres cerebros, los cuales, a pesar de las grandes diferencias de estructura, funcionan juntos y en total interdependencia. Estos son: el cerebro primitivo o reptiliano, el cerebro límbico o mamífero y el cerebro superior racional.

 

El primero de ellos, el reptiliano, actúa mediante reflejos y comportamientos instintivos y en automático. El segundo, el mamífero, juega un papel fundamental en la expresión emocional, pero no tiene la habilidad para poner los sentimientos en palabras. El tercero, el neocórtex, procesa la información mediante la autorreflexión y hace posible que el ser humano sea consciente de su vivencia emocional.

 

En la siguiente presentación podrás explorar un poco más sobre estas tres zonas del cerebro.