LECCIÓN 2
AUTORREGULAR LAS EMOCIONES
En la lección anterior te pudiste dar cuenta del mensaje que trae cada emoción, el cual te permite reflexionar sobre lo que te esta pasando y autorregular su energia. La autorregulación de las emociones significa comprender su mensaje y conectarte con la intención que te mueve a reaccionar y, en vez de dejarte condicionar por la emoción, responsabilizarte por lo que elijas hacer. Este proceso requiere de reflexión y compromiso desde un nuevo propósito de convivencia.
La autorregulación es saber buscar el punto medio entre la impulsividad y la represión. Ambos extremos pueden ser bastante perjudiciales: si reprimimos una emoción (implosión) su energía se queda encapsulada y nos dañamos a nosotros mismos, y si la explotamos, como en el caso de la rabia, dañamos a los demás.
“La ignorancia emocional genera dos errores fundamentales: la implosión y la explosión”
Fred Kofman
Frente a una emoción algunos pueden demostrar que no pasa nada, pero en realidad tienen una caldera emocional interna en ebullición. Otros pueden dar rienda suelta a sus impulsos, sin examinar su validez o congruencia con sus valores esenciales y descuidando la relación con los demás.
Para gestionar el mundo emocional, se reconocen tres estrategias ampliamente expuestas en los textos sobre inteligencia emocional, que te ayudan a reflexionar y a responder de manera conveniente frente a las contingencias de la vida y del trabajo. Estas son: reconocer y aceptar las emociones, auto regularlas y expresarlas de la manera más conveniente. A continuación se explica cada una de ellas.
Tres estrategias para gestionar el mundo emocional
Reconocer y aceptar las emociones.
Se logra si eres consciente de tus sensaciones corporales, de los juicios o sentimientos que aparecen, de la realidad externa con la que te estás relacionando y del efecto que tu comportamiento causa en otros.
Conlleva sentir la emoción, en vez de negarla, en relación con algo que ya ocurrió, que está ocurriendo o que crees que está por ocurrir. En este sentido te puedes preguntar:
¿Qué tanto me estoy resistiendo a lo que estoy sintiendo
¿Qué me impide ser compasivo conmigo mismo (a)?.
Autorregular las emociones.
Tiene que ver con la capacidad de no dejarte arrastrar por tus impulsos, serenarte y responsabilizarte de lo que estás sintiendo mediante preguntas tales como:
¿Qué me importa de esta situación?
¿Qué información trae consigo la emoción que aparece en mi o en el otro?
¿Qué juicios aparecen?
De esta forma puedes analizar tus pensamientos para separar la información útil de la que no lo es y liberarte de la irritabilidad, ansiedad o tristeza excesiva.
Uno de los recursos más valiosos para autorregular las emociones consiste en reinterpretar los hechos, para darle un significado positivo y disminuir el efecto negativo sin invalidarlo. Lo anterior tiene como propósito reducir la intensidad de la emoción y estar en condiciones de hacerte preguntas, como por ejemplo:
¿Cuáles son las circunstancias que rodearon el hecho?
¿Mis juicios sobre lo sucedido tienen fundamento?
¿Qué es lo favorable de esta situación?
¿Qué podría aprender de esta situación?
En la siguiente infografia encontrarás ejemplos para reintrerpretar los hechos:
Cuando un hecho se reinterpreta, el foco de atención pasa del problema y los efectos emocionales, a la acción de razonar acerca de cómo evitar una nueva ocurrencia. Recuerda que no tienes la capacidad de cambiar los hechos, pero si puedes elegir cómo vas a responder a ellos.
Expresar la emoción.
La tercera estrategia, y la más importante para gestionar el mundo emocional, es exteriorizar los sentimientos en el momento y lugar que consideres más oportuno, de tal manera que puedas compartirlos con otros, como en el caso de la alegría, la ternura, el amor… o generar una conversación que te permita recuperar tu bienestar, como en el caso de la rabia, el miedo, la frustración…
Si, por ejemplo, no expresas la rabia, lejos de desaparecer, se almacena, hasta que la explotas y entras en un estado de culpa por tu comportamiento. De la misma manera si no expresas la tristeza mediante el llanto, puedes resultar envuelto en una profunda depresión. También emociones como la alegría te invitan a celebrar y a compartir con otros. Existen personas que tienden a ocultar o disimular la alegría experimentada, por su visión perfeccionista del logro, por sentir que no hay mérito por el cual celebrar, por rehuir las expresiones de reconocimiento, entre otros.
Culturalmente no se nos enseña a expresar y a canalizar lo que sentimos de una forma que resulte productiva para uno mismo y los demás. Por el contrario, es más frecuente que se nos eduque para reprimir u ocultar nuestros sentimientos, bien sea porque no vale la pena conectarnos con ellos, porque se considera inapropiado hacerlo o porque es una señal de debilidad. De ahí la importancia de desarrollar una actitud reflexiva para comprender y analizar las señales emocionales. De lo contrario nuestra existencia estará gobernada por impulsos inconscientes y comportamientos automáticos con alto costo para nuestro bienestar y efectividad.
A continuación te invitamos a seguir aprendiendo sobre la autorregulación emocional con el siguiente ejercicio. Cuando respondas el formulario, acciona el boton de enviar.
En el tema 3 de este módulo, tendrás la oportunidad de reflexionar sobre un conjunto de técnicas que te ayudarán a expresar tus emociones, de una forma tal que sea sana y productiva, para la relación consigo mismo y con los demás.